El Observatorio de la Paridad y violencia política de Morelos exigió al Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPAC), cumplir con los lineamientos aprobados a favor de las comunidades y representantes de grupos minoritarios, y que deje de ser parte de la simulación que violenta a esos grupos vulnerables.
Ariadna Urbina Ayala, vocera del Observatorio, señaló que la falta de previsión de tiempo en la emisión de los lineamientos para regular la participación política de los llamados grupos en situación de vulnerabilidad, como indígenas, afrodescendientes y mujeres con discapacidad, entre otros, así como la falta de compromiso de los partidos políticos con estos grupos, provocó una representación simulada de candidaturas postuladas enarbolando la bandera de los grupos vulnerables.
Lo anterior, dijo, refleja la falta de transparencia y claridad en la forma en cómo fue evaluada la autoadscripción calificada por parte del IMPEPAC, ya que las constancias que presentaron candidatas y candidatos no se hicieron públicas en este proceso electoral.
“Se abona a la problemática la falta de aplicación del marco jurídico previamente establecido por el propio Impepac, el cual convocó a las comunidades y municipios indígenas a crear el Catálogo de sistemas normativos de las comunidades y pueblos indígenas de Morelos; sin embargo, en el momento que calificaron las constancias de autoadscripción, dejaron de observar el catálogo permitiendo que se registraran con documentos expedidos por otras autoridades administrativas, lo que violenta la autonomía de las comunidades indígenas, acusó Urbina Ayala.
El IMPEPAC, indicó, muestra una debilidad ante los partidos políticos al tolerar las omisiones en el cumplimiento de los lineamientos emitidos por el mismo organismo electoral, argumentando que es una autoridad de buena fe y deja a los ciudadanos la tarea de impugnar las decisiones en las que se han aceptado candidatos que no cumplen con los requisitos establecidos por el propio Instituto y que permiten la usurpación de la calidad con la que se están auto adscribiendo.
Todo ello, abundó, impide que se logre una representación real y efectiva de las comunidades indígenas, afrodescendientes y grupos considerados en situación de vulnerabilidad.